Un grupo de chicos y chicas de veintipico se instala en una casaquinta que parece completamente aislada de la civilización. Una de ellas escribe una novela mientras los otros intentan convertirse en una banda que prepara un robo; algunos se enamoran, o parecen, o creen, o dicen enamorarse. Pero esas dos, tres, diez líneas narrativas se desdoblan a partir de lo que los personajes esconden o simplemente desconocen, y es así que la escritura de la novela y la formación de la banda se conectan, y que el pasado de dos de ellos los une al de la casa y al de quienes quizás sean los dos enemigos acérrimos de la historia argentina del siglo XIX… Con un sentido del humor y del juego que es el de los personajes y el de la película al mismo tiempo, Todos mienten superpone las tramas como si fuera un tapiz del que Matías Piñeiro va ocultando siempre alguna parte para luego revelarla y cambiar el sentido, a través de un complot de especialistas en la simulación que, a la vez, le pide al espectador que se sume como cómplice. Brillante, plena de vitalidad, con una depuración y economía del lenguaje cinematográfico extraordinarios que hacen del plano secuencia como sistema no una cárcel sino el resultado de una necesidad, Todos mienten es el puro goce del cine.
«Entre marcas falsas y juegos inciertos, M.P. intenta demostrar que la historia también puede ser mirada desde un diario de viajes.
Film-rompecabezas con pluralidad de sentidos, citas históricas y cinéfilas, diálogo permanente y proposiciones estéticas que remiten muy frontalmente a la influencia de J.L. Godard pero también (curiosamente en un director tan joven), al cine de Jean Renoir, a quien se cita no sólo por su film «Helena y los hombres» sino en la mirada satírica (no feroz pero sí sagaz) que tiene la película sobre la política, la historia y el amor, siempre jugando entre la representación y la realidad. Un cine interesante pero solamente para circuitos reducidos».
— Adela Hache: Film Affinity
«Todos mienten es el segundo largometraje de Matías Piñeiro, tras su estreno con «El hombre robado» de 2007. En la que nos ocupa, de una premisa inicial aparentemente sencilla -una quinta de amigos en una casa- nace una historia que habla sobre el comportamiento humano y que profundiza muy a fondo en los personajes. A destacar las actuaciones de Romina Paula, metida de lleno en un papel muy misterioso, y Pilar Gamboa».
— ABC